No sé si habrá muchos posts con tantas fotos como éste. Sandra, la madre de Celia, me envió unas cincuenta fotos de la comunión de su hija. Cuando las recibí pensé que eran una barbaridad y que publicaría la mitad más o menos. Ha sido imposible, son todas tan increíbles que no he sido capaz de «meter la tijera» y creo que os enseño casi cuarenta. Y me parecen hasta pocas. Felicidades Marta –MIMARIETAYTU-, de verdad que estoy feliz de tener tus obras de arte en LA COMUNIÓN DE MARÍA y, con tu permiso, te robo el título del post.
Contacté con Sandra por primera vez hace unas semanas cuando el programa FLASH MODA me propuso grabar el reportaje del que ya os he hablado. Hace tiempo que estoy enamorada de su trabajo en POLEOMENTA y me hacía mucha ilusión contar con un poquito de él en la editorial que organizamos para la tele. ¡Qué acierto! No solo porque las capitas que me envió son ideales y quedaban de lujo sobre los vestidos de comunión sino -y sobre todo- porque ha sido un todo un descubrimiento como persona.
En una de las charlas que mantuvimos esos días me dijo que estaba como loca preparando la comunión de su hija y, claro, a mí me faltó tiempo para decirle que me encantaría publicarla en este blog de comuniones. Ella no lo dudó un momento. Y yo tampoco lo dudé: tendría una comunión preciosa para enseñaros. Aunque nunca imaginé que tanto.
Sandra no me ha enviado solo las fotos, me ha escrito un relato de la comunión con tanto mimo y detalle que no pienso ser yo la que lo estropee. Esto es lo que nos cuenta:
Hola María,
Te cuento un poco cómo organicé la comunión de Celia, la mediana de mis tres hijos. Te aviso que hoy me pillas un poco sentimental, no sé si será porque es lunes o porque no he dormido bien.
Este año ha sido un poco complicado y con muchos cambios en mi trabajo. POLEOMENTA es para mí una vía de escape, porque me deja dar rienda suelta a la creatividad y, cuando estoy inmersa en alguno de mis locos proyectos no tengo mucho tiempo para pensar en otras cosas.
Por eso pensé que la mejor forma de organizar la comunión de Celia era algo #muypoleomenta, sencillo y familiar, pero bonito y todo hecho por nosotros (los vestidos, la decoración de las mesas, la comida, los regalos para las niñas…). Pienso que, cuando las cosas se hacen con cariño, se nota, y la verdad es que yo estoy contenta con el resultado y, sobretodo, por lo feliz que vi a Celia ese día.
Cuando le dije que sería una comunión familiar y que lo íbamos a hacer todo las dos juntas, le encantó la idea. Mis dos hijas son muy creativas y me han ayudado muchísimo a organizarlo todo.
Lo primero que pensamos fue el vestido, le hacía muchísima ilusión que se lo hiciera yo, y queríamos algo sencillo para que ella estuviera cómoda y pudiera jugar bien, pero que fuera dulce. Celia es una niña presumida como todas a esa edad y ese día son las princesas de las casa. Un día mi madre sacó los camisones que me hizo mi abuela para el día de mi Primera Comunión y eso me dio la idea: el cuerpo de ganchillo y la falda de tela. Para el cuerpo elegimos un algodón finito, porque en Valencia hace calor, con un poco de brillo y para la falda un tul con plumeti, largo hasta el tobillo.
Y el de su hermana igual pero en color rosa y cortito.
Ellas me ayudaron a coserlos, y estaban emocionadas de ver cómo de la nada íbamos, poco a poco, haciendo sus vestidos, las pruebas, las medidas, etc…. ¡¡hemos disfrutado mucho del proceso!!
Los zapatos son de BELLE CHIARA
y las coronas de SISTER´S TOCADOS.
Con el sitio de la celebración tuve suerte porque el HUERTO GALINDO-SESA en Alginet es precioso y no necesita mucha decoración. Eso sí, era todo al aire libre, así que como te puedes imaginar los días antes no paraba de mirar todas las aplicaciones del tiempo que existen en Internet.
Las mesas y sillas tenía claro que tenían que ser de TRASTOLOGÍA, porque quería algo de madera y muy rústico.
Para decorar las mesas de los mayores utilicé botellas de vino recicladas, que decoré con cuerda y una vela en cada una, y botes de cristal reciclados (de garbanzos, aceitunas, mermelada, etc…) y también decoré con cuerda y unas flores preciosas que me puso Adela de ADELA&CO.
La mesa de los niños quería que fuera diferente, así que pusimos las flores en tonos rosas y, además, las niñas y yo hicimos unas letras con el nombre de Celia (son letras que se compran hechas y las decoras con trozos de papel que se pegan con goma como si fuera patchwork), además pusimos en la mesas varitas mágicas de distintos colores para todas las niñas hechas por nosotras con goma eva de purpurina y palitos.
Y el candybar lo montó Mónica de OHLALA CANDY BAR utilizando una cómoda antigua para seguir con esa imagen rústica y bucólica de toda la comunión.
La comida la hice también toda yo, menos la tarta y un par de arroces que encargué como buena valenciana. Hice una aperitivo grande y muy español (con jamón, queso, tortillas de patata, croquetas, quiché lorraine….) y de comida gazpacho, ensalada con aliño de mostaza y tratar de atún.
Los recordatorios y el libro de firmas me los hizo la ilustradora HERMINIA ESPARZA, que me encanta y además es la prima de mi marido.
Al final fue una celebración muy familiar en la que todos nos sentimos como en casa y nos lo pasamos genial.
Si necesitas algo más me dices.
En cuanto a llegue a casa te mando las fotos. Todas me las hizo Marta, @martigim en INSTAGRAM.
Un beso.
Y, ya os lo he dicho antes, ¡qué fotos!
¿Con cuál os quedáis? Creo que yo lo tengo claro:
Sandra, gracias, gracias y mil veces gracias. Creo que con tus fotos y tu relato nos has hecho a todos un poco participes del gran día de Celia. Felicidades porque, más allá de que organizaras una comunión de revista, está claro que conseguiste que fuera un día muy especial.
María, ¡¡gracias a ti por todo!! La verdad es que, cuando empecé con Poleomenta, nunca hubiera podido imaginar que, gracias a las RRSS, conocería a personas tan geniales como tú.
No sabes la ilusión que me han hecho tus palabras…
Un beso gigante,
Sandra